Sebastián Junca, presidente de la Red Colombiana De Jóvenes Líderes en Salud Sexual y reproductiva, habla de la culpabilidad del machismo en los problemas sexuales de los jóvenes
Sin duda alguna, uno de los temas más interesantes de analizar en lo que a salud sexual en nosotros los jóvenes se refiere, es el rol del hombre. Con mis 18 años, he caído en cuenta de cómo este papel ha sido malinterpretado en parte porque nos encontramos en una sociedad donde la cultura aún no ha salido del machismo. Muchos de mis amigos asocian la hombría con estar con el mayor número de mujeres posible, y no nos digamos mentiras, eso es lo que la sociedad le enseña hoy a los jóvenes. He visto en películas, libros, crónicas y hasta por experiencia propia, frases como la siguiente: “Es diferente, tú embarazas, pero ella se embaraza”.
Siendo presidente de la Red Colombiana De Jóvenes Líderes en Salud Sexual y reproductiva he aprendido una lección que a muchos hombres les cuesta trabajo aprender, a pesar de lo evidente: Ser hombre no es conseguirse a muchas mujeres; el más hombre no es aquel que más “levante”, no es aquel que logre conquistar, seducir, o incluso acostarse con el mayor número de mujeres. Si somos tan hombres y tan “diestros” en el arte del amor, entonces ¿por qué los preservativos en los jóvenes fallan en un 20% (estudio realizado por la Red Colombiana de Jóvenes líderes en Salud Sexual y Reproductiva). Queda entonces demostrado que no existe relación alguna entre el número de parejas sexuales y el valor de un hombre.
Entonces, ¿qué es lo que significa ser hombre?
Un verdadero hombre es aquel que logra respetarse y respetar a su pareja. ¡Qué gran lección! Es bastante triste escuchar a mis compañeros decir que si llegan a dejar embarazada a la novia, la solución es o hacerla abortar o simplemente evadir su responsabilidad, y yo les pregunto. ¿Por qué deben pensar en eso, por qué no se preocupan entonces para evitar esa situación?
Sin duda alguna parte de esa mentalidad machista ha hecho que no haya una preocupación por el embarazo adolescente, hoy en día cuidarse es sólo sinónimo de condón, pero realmente hay elementos que un condón no protege, ¿qué pasaría si aparte de usar condón nos preocupáramos por “hacerlo bien”, por disfrutar nuestra sexualidad como debe ser, sin afanes, ni imprevistos, sin preocupaciones de un embarazo o una enfermedad? ¿qué tal si nos preocupamos por saber con quién, cuándo y dónde tener relaciones y no improvisar la sexualidad?
Por improvisar la sexualidad es que cada día abusamos más de los métodos de anticoncepción de emergencia, nos tomamos la pastilla del día después como si fueran dulces y no pensamos en prevenir, sino en “curar”. Todo lo anterior como opinión personal sería el primer paso para cambiar la mentalidad machista que lamentablemente aún se mantiene en Colombia.
Como hombre invito a los otros jóvenes a que no improvisen su sexualidad, a que se preocupen más por la mujer, que la vean no como un objeto de placer o un trofeo, sino como una persona maravillosa que complementa al hombre, en conclusión: los invito a ser hombres.
Siendo presidente de la Red Colombiana De Jóvenes Líderes en Salud Sexual y reproductiva he aprendido una lección que a muchos hombres les cuesta trabajo aprender, a pesar de lo evidente: Ser hombre no es conseguirse a muchas mujeres; el más hombre no es aquel que más “levante”, no es aquel que logre conquistar, seducir, o incluso acostarse con el mayor número de mujeres. Si somos tan hombres y tan “diestros” en el arte del amor, entonces ¿por qué los preservativos en los jóvenes fallan en un 20% (estudio realizado por la Red Colombiana de Jóvenes líderes en Salud Sexual y Reproductiva). Queda entonces demostrado que no existe relación alguna entre el número de parejas sexuales y el valor de un hombre.
Entonces, ¿qué es lo que significa ser hombre?
Un verdadero hombre es aquel que logra respetarse y respetar a su pareja. ¡Qué gran lección! Es bastante triste escuchar a mis compañeros decir que si llegan a dejar embarazada a la novia, la solución es o hacerla abortar o simplemente evadir su responsabilidad, y yo les pregunto. ¿Por qué deben pensar en eso, por qué no se preocupan entonces para evitar esa situación?
Sin duda alguna parte de esa mentalidad machista ha hecho que no haya una preocupación por el embarazo adolescente, hoy en día cuidarse es sólo sinónimo de condón, pero realmente hay elementos que un condón no protege, ¿qué pasaría si aparte de usar condón nos preocupáramos por “hacerlo bien”, por disfrutar nuestra sexualidad como debe ser, sin afanes, ni imprevistos, sin preocupaciones de un embarazo o una enfermedad? ¿qué tal si nos preocupamos por saber con quién, cuándo y dónde tener relaciones y no improvisar la sexualidad?
Por improvisar la sexualidad es que cada día abusamos más de los métodos de anticoncepción de emergencia, nos tomamos la pastilla del día después como si fueran dulces y no pensamos en prevenir, sino en “curar”. Todo lo anterior como opinión personal sería el primer paso para cambiar la mentalidad machista que lamentablemente aún se mantiene en Colombia.
Como hombre invito a los otros jóvenes a que no improvisen su sexualidad, a que se preocupen más por la mujer, que la vean no como un objeto de placer o un trofeo, sino como una persona maravillosa que complementa al hombre, en conclusión: los invito a ser hombres.
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