"Necesitamos fortalecer la educación, la información y el acceso a servicios y oportunidades, porque las mayores tasas de embarazo adolescente están asociadas con bajos niveles educativos y pobreza"
La Red Colombiana de Jóvenes Líderes en Salud Sexual y Reproductiva hizo este cuestionario a los aspirantes a la presidencia. Estas son las respuestas de Antanas Mockus.
1. En Colombia, 22 de cada 100 adolescentes están o han estado embarazadas. ¿Qué cree usted que está ocurriendo?
La sociedad y la cultura establecen modelos de cómo las personas aprenden y expresan su sexualidad, cómo toman decisiones sobre su vida sexual y su reproducción. Esos modelos inciden mucho en su identidad y en cómo se relacionan con ellos mismos y con los demás, especialmente con sus pares. Los grupos aceptan o rechazan ciertos comportamientos pero también influyen la familia y la red de apoyo social. Adicionalmente hoy encontramos una población adolescente sin oportunidades, con proyectos de vida inciertos, con necesidades y situaciones prácticamente invisibles en lo económico, político y social, generando un escenario propicio para el embarazo temprano. Los medios de comunicación y las modas agudizan el riesgo al estimular un erotismo temprano en niñas y niños.
2. Si usted llega a ser presidente de la República, ¿Qué políticas implementaría para reducir la tasa de embarazo adolescente?
Teniendo en cuenta que son muchos factores los que concurren a la situación analizada, pensaría que resulta prioritario en alianza con el sector educativo promover el reconocimiento integral del sujeto y de sus capacidades, al tiempo que el fortalecimiento de su autonomía para la toma de decisiones; la promoción y fortalecimiento de servicios cercanos y accesibles en salud sexual y reproductiva para adolescentes y jóvenes; y garantizar en todos los ámbitos el derecho a la información y consejería para esta población desde el sector educativo, de salud, de protección, entre otros.
3. Es claro que la educación sexual en los colegios no ha dado los resultados esperados. ¿En qué modificaría usted la norma?
Creo que en este caso el problema no es precisamente de normas, el Ministerio de Educación ha avanzado mucho en el último tiempo en la propuesta sobre educación para la sexualidad en el marco de las competencias ciudadanas. Pensaría que se trata de lograr la aplicación total del programa, garantizando el enfoque de género y de derechos, es decir, teniendo en cuenta las particularidades de mujeres y hombres adolescentes y los entornos y dinámicas culturales en las cuales viven.
4. Las campañas de prevención de embarazo adolescente no han logrado disminuirlo. ¿Qué otra alternativa propone usted?
Es verdad. Necesitamos fortalecer la educación, la información y el acceso a servicios y oportunidades, porque las mayores tasas están asociadas con bajos niveles educativos y pobreza. “Educación para el amor” fue un programa integral de educación para la sexualidad que se impulso durante mi segunda alcaldía, el cual comenzaba en la escuela y continuaba en los centros comunitarios con apoyo a familias gestantes. El asunto debe ser un tema central en la agenda pedagógica y comunicativa del gobernante. La reducción del embarazo precoz es una de las estrategias más eficaces de reducción de pobreza.
5. Nuestros adolescentes no tienen Centros especializados a donde acudir. ¿Usted considera que son necesarios? ¿Por qué?
Existen algunas experiencias en curso, como los servicios amigables para jóvenes y adolescentes, creo que deben ser fortalecidos y generalizados en todo el país, porque el contar con el acceso a servicios de calidad y con oportunidad pueden ser determinantes para que los embarazos sean deseados y en la edad adecuada.
6. ¿Por qué cree usted que únicamente el 57% de nuestros adolescentes se protege en su primera relación sexual?
Falta educación, información y sobre todo, por un ejercicio no planeado de la sexualidad. Además los costos y el difícil acceso limitan la disponibilidad a métodos de prevención.
7. Los adolescentes se quejan por no poder acceder a métodos modernos de planificación familiar. ¿Cómo cree usted que esto se podría solucionar?
Tratándose de la población adolescente es necesario garantizar el acceso gratuito y la disponibilidad a métodos modernos de planificación familiar. Adicionalmente, fortalecimiento de una consejería profesional con énfasis en una formación integral de adolescentes y jóvenes para que estén en capacidad de tomar buenas decisiones sobre cuándo y cómo empezar una familia.
8. ¿A qué atribuye usted el aumento indiscriminado de la utilización de la pastilla del día siguiente por parte de nuestros adolescentes?
Considero que puede estar asociado a la falta de información, porque este no es un método contraceptivo, además de lo mencionado antes sobre el sexo no planeado sino circunstancial.
9. Se calcula que en el último año ocurrieron alrededor de 180.000 abortos provocados en adolescentes. ¿Qué opinión le merece esto?
Creo que estamos frente a un problema grave de salud pública, que es necesario enfrentar con rigor. Más y mejor educación sexual debería reducir drásticamente esa cifra. Se deben impulsar políticas y programas centrados en la promoción de proyectos de vida sostenibles y en el mejoramiento de las capacidades de los adolescentes para tomar buenas decisiones. Es clave aumentar la coordinación de las decisiones vitales que toma el joven: si sigue estudiando o no, si vive en pareja, si tiene hijos, si se vincula al sistema laboral, si practica hábitos de vida saludables, si participa política y cívicamente en su comunidad.
10. ¿Qué participación le daría usted a nuestros jóvenes en los programas de prevención del embarazo adolescente?
Creo que son los protagonistas; organizaría combos de preparación, formulación y ejecución de las propuestas y movilizaríamos con ellos una consulta general a los y las jóvenes y adolescentes del país, consiguiendo además un efecto pedagógico sobre la comprensión y problematización del tema.
1. En Colombia, 22 de cada 100 adolescentes están o han estado embarazadas. ¿Qué cree usted que está ocurriendo?
La sociedad y la cultura establecen modelos de cómo las personas aprenden y expresan su sexualidad, cómo toman decisiones sobre su vida sexual y su reproducción. Esos modelos inciden mucho en su identidad y en cómo se relacionan con ellos mismos y con los demás, especialmente con sus pares. Los grupos aceptan o rechazan ciertos comportamientos pero también influyen la familia y la red de apoyo social. Adicionalmente hoy encontramos una población adolescente sin oportunidades, con proyectos de vida inciertos, con necesidades y situaciones prácticamente invisibles en lo económico, político y social, generando un escenario propicio para el embarazo temprano. Los medios de comunicación y las modas agudizan el riesgo al estimular un erotismo temprano en niñas y niños.
2. Si usted llega a ser presidente de la República, ¿Qué políticas implementaría para reducir la tasa de embarazo adolescente?
Teniendo en cuenta que son muchos factores los que concurren a la situación analizada, pensaría que resulta prioritario en alianza con el sector educativo promover el reconocimiento integral del sujeto y de sus capacidades, al tiempo que el fortalecimiento de su autonomía para la toma de decisiones; la promoción y fortalecimiento de servicios cercanos y accesibles en salud sexual y reproductiva para adolescentes y jóvenes; y garantizar en todos los ámbitos el derecho a la información y consejería para esta población desde el sector educativo, de salud, de protección, entre otros.
3. Es claro que la educación sexual en los colegios no ha dado los resultados esperados. ¿En qué modificaría usted la norma?
Creo que en este caso el problema no es precisamente de normas, el Ministerio de Educación ha avanzado mucho en el último tiempo en la propuesta sobre educación para la sexualidad en el marco de las competencias ciudadanas. Pensaría que se trata de lograr la aplicación total del programa, garantizando el enfoque de género y de derechos, es decir, teniendo en cuenta las particularidades de mujeres y hombres adolescentes y los entornos y dinámicas culturales en las cuales viven.
4. Las campañas de prevención de embarazo adolescente no han logrado disminuirlo. ¿Qué otra alternativa propone usted?
Es verdad. Necesitamos fortalecer la educación, la información y el acceso a servicios y oportunidades, porque las mayores tasas están asociadas con bajos niveles educativos y pobreza. “Educación para el amor” fue un programa integral de educación para la sexualidad que se impulso durante mi segunda alcaldía, el cual comenzaba en la escuela y continuaba en los centros comunitarios con apoyo a familias gestantes. El asunto debe ser un tema central en la agenda pedagógica y comunicativa del gobernante. La reducción del embarazo precoz es una de las estrategias más eficaces de reducción de pobreza.
5. Nuestros adolescentes no tienen Centros especializados a donde acudir. ¿Usted considera que son necesarios? ¿Por qué?
Existen algunas experiencias en curso, como los servicios amigables para jóvenes y adolescentes, creo que deben ser fortalecidos y generalizados en todo el país, porque el contar con el acceso a servicios de calidad y con oportunidad pueden ser determinantes para que los embarazos sean deseados y en la edad adecuada.
6. ¿Por qué cree usted que únicamente el 57% de nuestros adolescentes se protege en su primera relación sexual?
Falta educación, información y sobre todo, por un ejercicio no planeado de la sexualidad. Además los costos y el difícil acceso limitan la disponibilidad a métodos de prevención.
7. Los adolescentes se quejan por no poder acceder a métodos modernos de planificación familiar. ¿Cómo cree usted que esto se podría solucionar?
Tratándose de la población adolescente es necesario garantizar el acceso gratuito y la disponibilidad a métodos modernos de planificación familiar. Adicionalmente, fortalecimiento de una consejería profesional con énfasis en una formación integral de adolescentes y jóvenes para que estén en capacidad de tomar buenas decisiones sobre cuándo y cómo empezar una familia.
8. ¿A qué atribuye usted el aumento indiscriminado de la utilización de la pastilla del día siguiente por parte de nuestros adolescentes?
Considero que puede estar asociado a la falta de información, porque este no es un método contraceptivo, además de lo mencionado antes sobre el sexo no planeado sino circunstancial.
9. Se calcula que en el último año ocurrieron alrededor de 180.000 abortos provocados en adolescentes. ¿Qué opinión le merece esto?
Creo que estamos frente a un problema grave de salud pública, que es necesario enfrentar con rigor. Más y mejor educación sexual debería reducir drásticamente esa cifra. Se deben impulsar políticas y programas centrados en la promoción de proyectos de vida sostenibles y en el mejoramiento de las capacidades de los adolescentes para tomar buenas decisiones. Es clave aumentar la coordinación de las decisiones vitales que toma el joven: si sigue estudiando o no, si vive en pareja, si tiene hijos, si se vincula al sistema laboral, si practica hábitos de vida saludables, si participa política y cívicamente en su comunidad.
10. ¿Qué participación le daría usted a nuestros jóvenes en los programas de prevención del embarazo adolescente?
Creo que son los protagonistas; organizaría combos de preparación, formulación y ejecución de las propuestas y movilizaríamos con ellos una consulta general a los y las jóvenes y adolescentes del país, consiguiendo además un efecto pedagógico sobre la comprensión y problematización del tema.
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